Una viticultura respetuosa con el medio ambiente y el cuidado exhaustivo del viñedo llevan a esta bodega a conseguir que sus Albariño Rías Baixas, que consideran vinos de autor, cuenten con prestigio internacional
Uno de los recuerdos de infancia más intensos para Santiago Roma son sus pies pisando uva. Era una época de vendimias para autoconsumo. Si venía un buen año, como mucho parte del vino se le vendía a vecinos y tabernas de la zona. El viñedo era un complemento a la economía familiar, en la que la madre se dedicaba a la ganadería y el padre era albañil y emigrante. Pero Santiago Roma se fijó en el potencial de la viticultura y por ello apostó, creando hace veinte años la bodega que lleva su nombre, una de las más arraigadas de la Denominación de Origen Rías Baixas.