Guía breve de buenas prácticas en la poda

Llega el momento de la poda, así que hemos pensado en poneros al día sobre los principales objetivos de la poda de formación y producción, que son formar la cepa ligada a su sistema de conducción (parra, espaldera, etc.) o bien determinar su carga o producción. Para llevar a cabo una correcta poda, cabe tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • El momento más adecuado para la poda es a principio de invierno. Nos encontramos en dicho momento.
  • Elegir el método o sistema de poda más adecuado para el sistema de formación diseñado.
  • Equilibrar la producción con la exigencia de calidad. La calidad de los racimos y su buen estado sanitario es fundamental para obtener un buen vino.
  • Se recomienda desinfectar las tijeras de poda con alcohol o lejía al cambiar de cepa para evitar la transmisión de virus.
  • Usar herramientas bien afiladas.
  • Cortar la madera de forma lisa y limpia.
  • Minimizar las heridas gruesas para evitar hongos.
  • Realizar cortes cercanos al nacimiento de la rama.
  • Cuando la longitud de los entrenudos del sarmiento no es excesiva, cortar por el nudo superior a la última yema respetada. Así, se evita la penetración de la humedad y microorganismos.
  • Si la longitud de los entrenudos es muy larga, efectuar el corte sobre el entrenudo, alejándolo unos 3 cms. de la última yema respetada. La inclinación será en sentido contrario a la posición de dicha yema. De este modo, se evita, en parte, el peligro de la helada.
  • En la poda de madera de más de un año, dejar tocones de la misma longitud que su sección y reducirlos en los años sucesivos.
  • Tras la poda, aplicar productos cicatrizantes con una brocha en los cortes de tamaño igual o superar a una moneda de 50 céntimos.
  • Si se detectan problemas fitosanitarios transmisibles por la madera de poda y en caso de que puedan afectar al desarrollo del viñedo, se retirarán todos los restos de poda cuanto antes del terreno estableciendo un punto para su recogida y posterior destrucción.